RETORNO A COTAHUASI: TRAS LAS MAQUETAS INCAS PÉRDIDAS DE HUAYNACOTAS

Mientras Alca estaba de fiesta, no solo pensábamos en disfrutar de la fiesta de la Virgen Asunta, también teníamos en mente conocer otros lugares que quedaron pendiente en la visita de hacia un año. En ese sentido el distrito de Huaynacotas es el que alberga la mayor cantidad de recursos turísticos, por lo que mientras duraba el proceso de aclimatación, decidí realizar una salida suave que no me dejara muerto para los siguientes días. Fue de este modo, que surgió la idea de volver por Huaynacotas y buscar unos monolitos, donde estaban dibujados los andenes de la zona.

Mapa satelital de la ruta Maquetas del Cerro Malata hasta Lucha (ruta a pie)

Ficha de recorrido (Monolitos de Huaynacotas - Lucha) a pie

Tiempo de recorrido	Desnivel	Distancia	Tipo de camino	Época ideal para hacerlo
2 horas - regreso	660 m.	6.3 km	Herradura y carretera	Mayo - Junio - Julio

En esos días mientras estábamos en la Casa Vivencial Didis, hablamos con Gonzalo sobre todo lo que se encuentra en el Cañón de Cotahuasi. Sorprendentemente descubrimos muchas más cosas de las que imaginábamos o de las que suponíamos que existían. Gonzalo se conoce casi todo el cañón y a caminado por las montañas y lugares muy remotos o que casi ningún visitante llega, fue una grata sorpresa saber de alguien que ha conocido tanto. Después de conversar sobre tantos temas, me dijo que podía llevarme a Huaynacotas en moto, así fue que quedamos para salir al día siguiente muy temprano. 

Esa día amaneció bastante nublado y subir en moto por sitios accidentados le daba más emoción a la aventura. Al llegar a Huaynacotas ya era tema de empezar a definir por donde buscar estos restos arqueológicos. Si uno pregunta a los pobladores, casi nadie conoce estos monolitos, es más, sabia de su existencia por un viejo programa de "Reportaje al Perú" de hace más de 10 años. La única pista era que se hallaban en el cerro Malata, un pequeño cerro de unos 150 m más alto que Huaynacotas y que las maquetas estaban en la parte sur. Al comienzo parecía buena idea empezar por el lado norte, subiendo el camino de herradura que te lleva al Bosque de Rocas de Huarmunta, para luego subir por la cresta del cerro y bajar al lado sur. Así que esto fue lo que hice. Tenia que aprovechar que no hacia un sol intenso. Todo esta muy nublado e incluso Llamocca, el apu tutelar, casi no se observaba.

Apu Llamocca

La subida por el camino polvoriento a Huarmunta no es tan exigente, debido a que son pocos metros que asciendes hasta llegar a la división que te lleva por la cresta de Malata. Cuando llegue a la división mencionada, empezaron los primeros problemas: El camino estaba muy poco marcado, es más después de avanzar unos metros, el sendero desaparecía por completo. 

Se termino el camino

Había que evaluar rápidamente si seguir o si tomar otro rumbo. Al comienzo intente seguir, pero  en esa parte no solo era maleza lo que había, sino habían muchos cactus a un lado y un desnivel muy vertical de unos 40 m al otro lado. En suma era muy riesgoso seguir. No existía otra manera que bajar a la carretera y seguir al lado sur por la espalda del cerro. Mientras caminaba solo por la senda observaba al nevado Solimana, completamente blanco y muy imponente entre nieblas misteriosas que lo rodean, como un dios silencioso que desde sus aposentos contempla sus dominios. Una vista muy espectacular.

El Nevado Solimana

Al llegar a la parte sur, empece a ascender por una cuesta no muy pronunciada, aquí aunque no hay camino propiamente dicho, es más fácil explorar y hay menos vegetación que te impida caminar. El problema aquí ya era que el área a buscar era algo grande, ¿Como encontrar esas maquetas en una zona así? tal vez tendría que pasar horas buscando. Así que lo único que se me ocurrió fue subir por la cresta hasta la parte más alta posible y desde ahí empezar a bajar y peinar la mayor área posible. 

Cuando subía por un lado del cerro empece a notar que hay ciertos grupos de piedras grandes en algunas partes de las laderas. La experiencia indicaba que uno de esos grupos eran las maquetas. Y no me equivoque, me dirijo a un grupo de piedras no muy lejos de donde estaba y frente a mis ojos apareció como un tesoro escondido: Las Maquetas de Huaynacotas. Unos monolitos increíbles que representan a los andenes de la zona.

Siempre ha existido muchas teorías y polémica en torno a estos monolitos que los Incas han dejado en muchos lugares. Nadie sabe para que fueron elaborados exactamente, tampoco saben si fueron hechos antes de construir los andenes o después pero lo cierto es que existen aun, tal vez algo deteriorados pero ahí están soportando la erosión del tiempo y el clima. Desde esta parte no solo se aprecian los monolitos, sino también es como una especie de mirador que se ubica frente al cerro Santa Rosa, un enorme apu con forma de una gran tortuga. Pareciera como si hubiese sido petrificada por efecto de una maldición.

 Cerro Santa Rosa

La satisfacción en ese momento era placentera y el solo estar en una zona llena de restos arqueológicos ya compensa el esfuerzo realizado. Era momento de llenar los pulmones de aire y agradecer a los apus por permitirme un final agradable. Ya el regreso a Lucha por el camino de herradura seria más sencillo hasta cierto punto. Porque si bien es cierto que todo es bajada, la pendiente es muy pronunciada y al bajar rápido las piernas empiezan a temblar y la cabeza empieza a doler. Aunque no lo parezca creo que la bajada me demoro más que buscar las maquetas. Al final llegue a Lucha, tome la couster que va hacia Alca y descanse el resto del día para recuperar fuerzas. Al día siguiente esperaba conocer las ruinas de Tenejaja, pero esa es ya otra historia. Hasta entonces.

Datos interesantes

• No existe un letrero ni un camino señalizado que te lleve a los monolitos de Huaynacotas, lo único que puedes hacer es guiarte del mapa de arriba.
• La couster sale de Cotahuasi a Huaynacotas a las 5 am. el pasaje cuesta S/ 5. 
• Demás esta decir que las panorámicas desde el cerro Malata son espectaculares,  es una buena caminata si quieres fotos como de postal.