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El Centro de Lima siempre guarda lugares poco visitados por los peruanos y que muchas veces al conocerlos, nos deja muy sorprendidos. La Casa de Aliaga es una de ellas. Construido sobre una huaca en 1536, perteneció a Jerónimo de Aliaga y Ramírez. Militar español que llegó al Perú con Francisco Pizarro y que participó en la defensa de Lima ante la rebelión de Manco Inca. Este inmueble sobrevivió a varios terremotos y sufrió diversas modificaciones, pero aun así es probablemente la casa colonial mejor conservada de todo Lima.


Para poder visitar la Casa de Aliaga, se reserva 1 día antes el ingreso. Al llegar, uno de los guardianes nos recibe amablemente y luego de esperar unos minutos, comenzamos a recorrer lo que recordaremos bastante como, una de las visitas más sorprendentes que hemos realizado en Lima.

Al ingresar a la Casa de Aliaga, lo primero que se observa es la escalera de marmol con bordes dee madera. Elegante y amplia que te lleva al segundo nivel, donde encuentras una especie de hall, con elegantes cuadros de la época y decoraciones, que según nos comentaron, tienen alrededor de 200 años de antigüedad. 


Pasamos al siguiente ambiente donde quedamos más que desconcertados. Era la sala principal de la casa, finamente decorada. Con enormes espejos que hacen sentir que estuvieses en un palacio francés. Los lienzos y cuadros de los antepasados, que viven aquí desde hace 500 años. Ya son 16 generaciones que van viviendo en la Casa de Aliaga.


Al salir de la sala, visitamos la capilla. Y es que al ser una de las familias más pudientes de la época, era común tener en casa una capilla propia. Este lugar pequeño pero muy lujoso, fue un sitio donde los mismos Santa Rosa de Lima y  San Martín de Porres llegaron a rezar. La familia Aliaga era muy cercana a la orden Dominica. Y los santos mencionados, pertenecían a esta orden religiosa. 


Recorrer cada rincón habilitado de la casa te hace sentir que estas retrocediendo en el tiempo. 500 años de historia en una mansión lujosa, no es una experiencia que te puedas dar a diario. Todos los detalles, empezando desde los azulejos sevillanos, zócalos, decoración en los muros, detalles en madera, cerámica japonesa que fueron regalados por el embajador de Japón en su visita a la casa. Absolutamente todos los detalles son un deleite para los ojos del visitante.


 El último ambiente es el comedor de la época republicana. El techo artesonado y muebles de madera armonizan con las lamparas. Dichos objetos son del siglo XVIII. La enrome mesa de 16 personas, nos hace pensar que las reuniones, ya sean familiares o de negocios, que se brindaban en este lugar eran muy ostentosas y fastuosas. La Casa de Aliaga tiene tanto lujo que podría ser la envidia de cualquier casa lujosa actual y el hecho de ser declarado Patrimonio de la Nación y Patrimonio de la Humanidad ya hace tener idea de lo importante y valioso que es. 


Recomendamos visitar la Casa de Aliaga. un lugar como pocos en todo Lima. Aunque el ingreso no es económico, vale la pena hacerlo. Les será una visita inolvidable. 

DATOS INTERESANTES

1.- ¿Dónde queda la Casa de Aliaga?
Se ubica en el Jirón de la Unión 224, Cercado de Lima. Está al lado de Palacio de Gobierno.

2.- ¿En qué horarios atiende y cuánto cuesta el ingreso?
Atiende a diario de 9:30 am. a 17:00 pm. Previa cita. Telf: (01) 4277736. Costo por persona es de 30 soles. No incluye guiado.

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